El proceso de biometanización, o digestión anaeróbia, es aquel al que se somete la materia orgánica después de ser separada de la fracción resto en el área de pretratamiento. El resultado de este proceso biológico son dos productos:
- Digestado sólido: que será finalmente sometido a procesos de secado y afino.
- Biogás: compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono que posteriormente se aprovechan para su valorización energética.
La planta de biometanización tiene capacidad de tratamiento de 75.000 t/año de materia orgánica y consta de tres zonas principales:
- Nave de carga.
Cuando la materia orgánica entra en la zona de biometanización, primero es acondicionada en la nave de carga, donde se selecciona y se añade material estructurante. También se la añade agua, hasta alcanzar una humedad del 70% antes de introducirla en los digestores.
- Digestores.
Esta mezcla se inocula en los seis digestores, donde tiene lugar el proceso de digestión anaeróbia o biometanización, diseñados por la compañía suiza KOMPOGAS.
La biometanización consiste en una fermentación anaeróbia de la materia orgánica, en ausencia de oxígeno, por vía seca (menor consumo de agua) y en condiciones termófilas (55ºC), que se desarrolla durante 21 días.
La ventaja de realizar la biometanización en estas condiciones es que se consume menos agua, por tanto se generan menos efluentes y además la degradación de la materia orgánica es mucho más rápida, por lo que se asegura la total higienización del producto final.
El proceso es continuo y se realiza en una sola etapa gracias a la posición horizontal de los digestores y a su funcionamiento en flujo pistón.
- Nave de prensas Una vez obtenido el producto digestado se deshidrata en la nave de prensas para favorecer el siguiente proceso, la maduración del compost.
- Zona de control En una zona independiente se realiza un control automático y permanente de las condiciones fisicoquímicas del proceso, para asegurar una óptima producción de biogás.